Horticultura del cannabis(II)

CRECIMIENTO VEGETATIVO

El crecimiento vegetativo de las plantas se mantiene cuando se proporcionan entre 16 y 24 horas de luz diariamente. A medida que la planta madura, las raices adquieren funciones especializadas. La parte central, asi como otras porciones envejecidas, contienen un sistema de transporte de agua y, además, pueden contener alimentos.
Las puntas de las raices producen células de elongación, que continuan adentrandose en la tierra en busca de agua y nutrientes. Las raices capilares unicelulares son las que realmente absorven agua y los nutrientes. Sin agua, las frágiles raices capilares se secan y mueren. Son muy delicadas, y se dañan fácilmente si son manipuladas por manos torpes o si son expuestas a la luz y el aire. Sobre todo mucho cuidado al trasplantar. Al igual que las raíces, el tallo crece por elongación y, además va produciendo nuevas yemas a lo largo de su desarrollo.
La yema central dirige el crecimiento hacia arriba y las yemas laterales se convierten en hojas o ramas. El tallo funciona como vehiculo para la trasmisión de agua y nutrientes desde las delicadas raices capilares hasta los brotes de crecimiento, hojas y flores. Los azúcares y almidones fabricados en las hojas se distribuyen a través de la planta por medio del tallo. Se trata de un flujo líquido que tiene lugar cerca de la superficie del mismo, si el tallo se ha sujetado demasiado fuerte con cuerdas y otros tipos de ataduras, se cortará el movimiento de los fluidos vitales, estrangulando y matando la planta. El tallo además, mantiene rígida la planta con un tipo de celulosa especializada, que se localiza en las paredes internas.
Al aire libre, la lluvia y el viento empujan las plantas por todos lados, fomentando una producción elevada de celulosa rígida que las mantenga derechas. En espacios de interior, sin la presencia natural del viento y la lluvia, la producción de celulosa es mínima, así que las plantas desarrollan tallos débiles y pueden necesitar que se las tutore especialmente durante la floración. Una vez las hojas se han expandido comienzan a fabricar alimentos. La clorofila convierte el dióxido de carbono, presente en el aire, el agua y la energia luminosa en carbohidratos y oxígeno. Este proceso llamado fitosíntesis, requiere el agua que absorben las raices y que, a través del tallo llega hasta las hojas, donde se encuentra con dióxido de carbono. En el envés de las hojas unos diminutos poros respiratorios, los estomas canalizan la cantidad de CO2 que entra en contacto con el agua.

Para que la fotosíntesis tenga lugar, el tejido anterior de la hoja debe permanecer húmedo. Los estomas se abren y cierran para regular este flujo de humedad, previniendo la deshidratación. Las hojas de la marihuana, además, están protegidas de la desecación por una piel externa. Asi mismo, los estomas permiten la salida del vapor de agua y el oxígeno residual. Los estomas son muy importantes para el bienestar de la planta y deben mantenerse limpios para promover el crecimiento vigoroso.
Unos estomas sucios y abstruidos respiran tan bien como cualquiera de nosotros con la cabeza metida en un saco.
Cervantes, Jorge. Marihuana: horticultura del cannabis. La biblia del cultivador médico de interior y exterior. (2006)

Horticultura del cannabis(I)

Horticultura del cannabis

La clave para alcanzar el éxito en el cultivo de interior del cannabis, consiste en comprender cómo producen alimentos y crecen las plantas de cannabis. El cannabis, ya sea dentro o fuera de casa, tiene las mismas exigencias para desarrollarse: necesita luz, agua, nutrientes, un medio de cultivo y calor para fabricar alimentos y poder crecer. Sin cualquiera de estos elementos esenciales, el desarrollo, se detiene y, pronto, llega la muerte.
En los cultivos de interior, la luz debe tener la intensidad y el aspecto adecuados; el aire tiene que estar templado, y ser árido y rico en dióxido de carbono; el agua debe ser abundante pero no excesiva; y el medio del cultivo debe contener los niveles apropiados de nutrientes para fomentar un crecimiento vigoroso. Cuando todas estas necesidades se encuentran cubiertas en sus niveles óptimos de forma constante, el resultado  es un desarrollo inmejorable.
El cannabis se cultiva normalmente como planta anual, completando su ciclo vital dentro de un mismo año. Una semilla plantada en primavera crecerá fuerte y alta durante el verano y terminará de florecer en otoño, produciendo más semillas. El ciclo anual comienza cuando las nuevas semillas brotan al año siguiente. En la naturaleza el cannabis pasa por distintas fases de desarrollo. A continuación se perfila cada una de estas etapas.

CICLO VITAL DEL CANNABIS

Después de 3 a 7 días de germinación, los brotes entran en el estadio de plántula (o plantón), que se extiende alrededor de un mes. Durante la primera etapa de crecimiento, la semilla germina o brota, establece un sistema de raices y desarrolla un tallo y unas pocas hojas.

GERMINACIÓN

Durante la fase de germinación, la humedad, el calor y el aire activan las hormonas (citoquininas, giberelinas y auxinas) presentes en el interior de la resistente cubierta de la semilla. Las citoquininas estimulan la formación de celulas y las giberelinas hacen que se incremente el tamaño de las células. Gracias a la provisión de alimento almacenada dentro de la semilla, el embrión comienza a expandirse. Pronto la cáscara de la semilla se abre en dos, una raicilla crece hacia abajo y un brote con hojas seminales empuja hacia arriba arriba en busca de luz.

DESARROLLO DE LA PLANTULA

La raiz primaria de la semilla crece hacia abajo y se ramifica, de manera similar a lo que ocurre con el tallo por encima del suelo. Las minúsculas raicillas absorven agua y nutrientes (sustancias químicas necesarias para la vida). Además las raices sirven de anclaje en el medio de cultivo. Los plantones deberian recibir entre 16 y 18 horas de luz cada día para mantener un crecimiento fuerte y sano.
Cervantes, Jorge. Marihuana: horticultura del cannabis. La biblia del cultivador médico de interior y exterior. (2006)