Formas puras de cannabis

La popularidad de los extractos de cannabis se ha disparado dentro de la comunidad cannábica de los EE.UU, hasta el punto en que la DEA está tratando de imponer un nuevo normativa para estas sustancias específicamente a la hora de incluirlas en el Lista. La extracción con disolventes no es un método nuevo (aunque las técnicas han mejorado espectacularmente en los últimos años), y forma parte de una larga trayectoria de perfeccionar el cannabis hasta su forma más pura.

Los Extractos de Hachís y de Marihuana

Generally, hash is trichomes separated from plant matter - although traditional techniques will not remove all plant matter (Morgan)

Existen varias maneras de purificar el cannabis eliminando la materia vegetal y dejando sólo la resina. Todos los productos que se obtienen a traves de estas diferentes técnicas podrían ser denominados “hachís” de manera poco precisa, pero los que forman parte de esta industria, en general, distinguen entre los métodos tradicionales de elaborar hachís y las técnicas modernas de extracción.

Puede que de los métodos para elaborar hachís de forma tradicional (es decir, la frotación a mano y el tamizado en seco) se obtengan productos de muy alta calidad, pero debido a los medios mecánicos de separación, es casi imposible evitar que quede algo de materia vegetal entre las glándulas de resina.
La textura y el color del hachís elaborado tradicionalmente se ven influidos por varios factores, entre los que se incluyen la cantidad de materia vegetal residual, la técnica, y el nivel de compresión. Asimismo, el hachís frotado a mano debe su coloración oscura a la oxidación superficial del THC.

La Extracción con Agua

Utilizar agua a punto de la congelación para ayudar a separar los tricomas de la materia vegetal no es una idea nueva, aunque sin duda las técnicas se han ido perfeccionando cada vez más a lo largo de los años. Técnicamente hablando, este proceso es un proceso mecánico, no es químico, ya que la resina del cannabis es indisoluble en agua y, por lo tanto, el agua no actúa como disolvente.

La forma más básica para obtener hachís con agua consiste en rellenar una jarra con agua, hielo y materia de la planta, después se cierra herméticamente la jarra y se agita. La agitación separa los tricomas de la materia vegetal, y la densidad diferencial de las respectivas partes hace que los tricomas se hundan mientras que la materia de la hoja flota. Este proceso se ha perfeccionado a lo largo de los años al mejorar las técnicas de agitación y filtración hasta el punto en que se pueden obtener extractos muy puros.

Un buen ejemplo es el ice-o-lator, vendido en Amsterdam, con el que se lleva obteniendo hachís utilizando hielo o agua durante años, y la pureza de determinados extractos es tal que actualmente se conocen cada vez más como extractos no disolventes o “sin disolvente”, particularmente en el mercado de los EE.UU. El hachís es poco familiar para la mayoría de los estadounidenses, a diferencia de para la mayoría de los europeos, y el término surgió como una forma de diferenciarlo de los extractos a partir de disolventes más familiares que ya están disponibles en los EE.UU.

La Extracción con Disolventes

Specialised 'closed-loop' extraction systems are now being developed to maximise safety and efficiency (Tamisium Extractors)

Con el fin de separar completamente los tricomas de la materia vegetal, es necesario un proceso químico en lugar de uno mecánico (aunque varios procesos de extracción química también utilizan las fases mecánicas, por ejemplo, moler, congelar y filtrar). La separación química requiere el uso de un disolvente capaz de disolver los tricomas; estos disolventes pueden ser tanto polares (alcoholes como el etanol o el isopropilo) como no polares (butano, hexano).

La polaridad química se refiere a la carga eléctrica presente en una molécula. Una molécula polar (como el H₂O) lleva una carga positiva en el átomo de oxígeno y cargas negativas en los dos átomos de hidrógeno; debido a la diferencia en la carga, tiene un dipolo neto (dos polos opuestos). Una molécula apolar (como el metano; CH₄) tiene la misma distribución de carga y por lo tanto no tiene ningún dipolo.

La Polaridad de los Disolventes

En términos generales, un disolvente apolar disolverá una disolución apolar, y un disolvente polar disolverá una disolución polar: por ejemplo, el butano disolverá el aceite, y el agua disolverá el azúcar. Sin embargo, la clasificación de disolventes simplemente como polares o apolares es demasiado simple, ya que la polaridad química, de hecho, es una escala relativa.

Una forma de medir la polaridad consiste en echar un vistazo a la constante dieléctrica del disolvente. Esta constante dieléctrica es una medida separada—la relación de la capacidad eléctrica global de una sustancia frente a la de un vacío, cuando se aplica una tensión específica—pero coincide bastante bien con la polaridad que es una medida útil.

Los Disolventes Polares

This butane extract is high-quality, but the small bubbles may be an indication of trace butane, and further purification may be required (Symic)

La categoría de los disolventes polares es mucho más amplia que la de los apolares, ya que para que un disolvente sea considerado apolar debe tener una constante dieléctrica de no más de 15, mientras que en los disolventes polares puede estar comprendida entre 15 y 100. Esto explica por qué el agua no actúa como un disolvente para los cannabinoides, a pesar de ser un disolvente sumamente polar en si mismo—el agua tiene una constante dieléctrica de 80,4 a 20°C, mientras que el etanol y el alcohol propil tienen una constante de 24,3 y 21,8 respectivamente.

De hecho, algunos clasifican a este tipo de disolventes como parcialmente polares, ya que no están muy por encima del punto de corte de 15 de constante dieléctrica. No está claro en qué momento la constante sube demasiado y los cannabinoides dejan de ser solubles pero, en general, llegar lo más cerca posible de 15 cuando se utilizan disolventes polares es una buena regla para la práctica.

Los Terpenos y La Clorofila

Cuando se usan disolventes polares, también se disuelven ciertos compuestos polares contenidos dentro de la materia de la planta y permanecen en el producto final (a menos que se realicen más fases de filtración, muchas de las cuales reducen la potencia y el sabor—como la filtración con carbón vegetal). La clorofila, los terpenos y otros alcaloides vegetales, todos generalmente indisolubles en disolventes apolares, se disuelven en la solución e influyen en el aroma, sabor y en la consistencia final del extracto.

Mientras que puede ser conveniente incluir terpenos (que son en gran medida responsables del sabor y del aroma), se opta menos por la clorofila, por su color verde oscuro y su sabor amargo. Además la filtración a menudo elimina los terpenos e incluso algunos cannabinoides, así que es mejor evitar que la clorofila se disuelva en el primer lugar.

Los métodos de lavado rápido son una buena solución intermedia: la materia vegetal se sumerge en un disolvente durante menos de un minuto, en comparación con las (hasta) varias semanas de los métodos estándar. Este método también permite una cierta retención de los terpenos que son los que conforman el sabor.

Los Disolventes No Polares

El disolvente no polar, o apolar, más comúnmente utilizado para extraer los tricomas del cannabis es el butano, que tiene una constante dieléctrica de 1,4 a -1°C. Otros disolventes comúnmente utilizados son el queroseno, popularizado por el método de extracción de Rick Simpson, que tiene una constante dieléctrica de 1,8 a 21°C, y el aceite de oliva, cuya constante dieléctrica es de 3,1 a 20°C.

Los disolventes no polares son muy capaces de disolver los cannabinoides, que son (como moléculas lipídicas) no polares por naturaleza, pero no pueden disolver los compuestos polares, como los terpenos, los alcaloides y la clorofila (que en sí misma no es de hecho un compuesto polar, sino que se fija dentro del tejido de la planta gracias a un compuesto polar de proteínas que se une a la clorofila y es soluble en agua).

Pero la disolución no es el único factor a considerar: una vez que los cannabinoides están en la solución, se hace necesario eliminar el disolvente para que quede una disolución de extracto de cannabis puro.

El Punto de Ebullición de los Disolventes

This extremely-pure extract is soft but solid at room temperature, and will melt with ease when heated (Symic)

Por lo tanto, se prefieren los disolventes con un punto de ebullición bajo—tanto polares como no polares. El butano (C₄H₁₀) tiene un punto de ebullición de -1°C, mientras que el etanol hierve a 78,4°C y el isopropilo a 82,5°C. Por el contrario, el aceite de oliva tiene un punto de humo de aproximadamente 191 a 207°C , y hierve a 300°C. Los aceites generalmente hierven a temperaturas muy altas y exhiben una evaporación insignificante a temperatura ambiente debido a la fuerza de sus enlaces intermoleculares.

Mucho antes de que el aceite llegue al punto de ebullición, ya se habrán destruido los cannabinoides (que se vaporizan a 180-220°C). Por esta razón, los extractos elaborados con aceite de oliva (o cualquier otro líquido que hierva a una temperatura muy alta) tendrán necesariamente que permanecer en forma de solución líquida y no pueden reducirse a una solución pura.

En la práctica, un punto de ebullición muy bajo es útil con los disolventes ya que se evaporan rápidamente a temperatura ambiente o con una cuidadosa aplicación de calor. Siempre debe tenerse mucho cuidado cuando se utilizan fuentes de calor alrededor de los disolventes, ya que muchos son compuestos altamente inflamables; por lo tanto, desde una perspectiva de seguridad, es conveniente minimizar el uso de fuentes de calor, siempre que sea posible. Asimismo, cada vez se utilizan más los sistemas de circuito cerrado, ya que el riesgo de ignición dentro de un sistema de este tipo es prácticamente inexistente.

Existen numerosas formas de procesar tus extractos que garantizan que se eliminen todos los restos de disolvente. Estate atento a nuestro próximo artículo sobre cómo depurar, prepararse para el invierno y otras técnicas para purificar los extractos ¡hasta desarrollar plenamente su potencial!

Disparidad de penas por vender cannabis en la UE

La policía detecta una alza imparable de la producción y el tráfico de drogas por la mayor delincuencia organizada.

El cannabis es el protagonista de más de un 70% de todas las infracciones relacionadas con drogas registradas en la UE, aunque las penas por su venta varían de forma sustancial entre unos países y otros a lo largo del continente. Así lo señala el informe anual elaborado por el OEDT, Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías.

De acuerdo con sus estadísticas, anualmente se producen en torno a 1,25 millones de infracciones legales relacionadas con drogas, un número que evoluciona al alza desde el 2006. De éstas, un 63% se deben al consumo de cannabis -marihuana, hachís, etcétera- y un 9 % más a la comercialización de este mismo producto.

El cannabis también representa el 80% de todas las incautaciones de droga en Europa, la mayoría en España según el estudio del OEDT, que incluye datos -mayoritariamente del 2013- de los 28 países de la Unión Europea más Turquía y Noruega.

“La producción y el tráfico de cannabis son cada vez más importantes desde el punto de vista de la actuación de los cuerpos y fuerzas de seguridad, dada la creciente implicación de la delincuencia organizada”, advierte el documento.

Los expertos destacan, asimismo, que existen “amplias diferencias entre unos países y otros en cuanto a la sanción de las infracciones relacionadas con la oferta de cannabis”. De hecho, las penas por un primer delito de venta de un kilogramo de estos productos oscilan desde menos de un año hasta diez años de privación de libertad.

GASTOS SANITARIOS

El estudio hace referencia al debate internacional generado por las “iniciativas emprendidas en América sobre la venta regulada de cannabis y productos relacionados”, en alusión a la regulación sobre su cultivo y su consumo en Uruguay y los planes de varios países del continente para seguir sus pasos. Sin embargo, los especialistas subrayan que por el momento en Europa “las reflexiones sobre esta droga siguen centradas principalmente en los posibles gastos sanitarios asociados a ella”.

DROGAS SINTÉTICAS

El mercado del cannabis ha adquirido una nueva dimensión con la aparición reciente de cannabinoides sintéticos, de los cuales en los últimos años se han detectado en el continente cerca de 130 tipos, procedentes sobre todo de China.

El 23% de los europeos “adultos” -entre 15 y 64 años- han probado alguna vez en su vida cannabis, según el informe, porcentaje que cae al 5,7% cuando se limita a quienes lo consumieron en el último año. En cuanto a los “jóvenes” -entre 15 y 34 años-, la proporción de quienes lo han consumido al menos una vez durante los últimos 12 meses se situó en el 11,7%.Un-antropologo-de-94-anos-publica-su-particular-estudio-sobre-la-marihuana

Barack Obama cree que la marihuana no es más peligrosa que el alcohol o el tabaco

Official_portrait_of_Barack_Obama

 

El presidente estadounidense, Barack Obama, cree que la marihuana no es más peligrosa que el tabaco o el alcohol, aunque no consideró que la legalización sea una “panacea” que resuelva todos los problemas, según una entrevista con la revista New Yorker.

“Como ha quedado bien documentado, fumé marihuana de joven y yo lo veo como un mal hábito y un vicio no muy diferente a los cigarrillos que he fumado durante mi juventud y en gran parte de mi vida adulta. No creo que (fumar marihuana) sea más peligroso que el alcohol”, explica Obama en la entrevista. Obama aseguró que fumar cannabis no es algo a lo que anime.

Para el presidente estadounidense el principal problema con el consumo de cannabis en Estados Unidos son las desproporcionadas penas y la manera en que estas afectan con más dureza a minorías como la negra y la hispana y a personas de bajos recursos. “No deberíamos encerrar en la cárcel a jóvenes o individuos por largos períodos de tiempo por consumir (marihuana) cuando los que están escribiendo esas leyes han hecho probablemente lo mismo”, afirma Obama.

No obstante, Obama opinó que la legalización de la marihuana no es una “panacea”, ya que la problemática es mucho más compleja, algo que opinó se verá en casos como los de los estados de Colorado y Washington.

Para el presidente de Estados Unidos el gran problema es la idea de dónde poner el límite a la permisividad con las drogas, ya que otros narcóticos más duros siguen provocando “un profundo daño y coste social”. En este sentido alertó de los problemas sobre dónde “dibujar una línea” y sobre aquellos que puedan pensar en la posibilidad de negociar dosis aceptables de otras drogas más duras como la cocaína o las anfetaminas.

 

“La marihuana tiene un enorme e innegable potencial terapéutico”

Cristina Sánchez es bióloga de la Universidad Complutense e investigadora experta en cannabinoides.

El THC, la principal sustancia psicotrópica de la marihuana, ordena un suicidio programado a las células cancerosas.

En modelos de laboratorio cualquier tumor responde a los cannabinoides.

Cristina Sánchez lleva más de una década descifrando un secreto molecular que podría salvar millones de vidas. La hierba prohibida es ahora una gota química de esperanza, una promesa de lluvia para los campos de receptores que necesitan calmar su dolor. Otras imágenes 3 Fotos En su laboratorio descubrieron que el THC, la principal sustancia psicotrópica de la marihuana, ordena un suicidio programado a las células cancerosas. Un haraquiri limpio, solo confirmado hasta el momento en ratones. Esta bióloga de la Universidad Complutense aparece como un cultivo de tranquilidad en un pasillo de la Facultad de Biología, custodiado por laboratorios y máquinas en perpetuo ciclo mecánico. Una paz empática recorre al interlocutor. Su rostro tiene un perfil ligeramente élfico. La escuchas y puede que sea su voz o su discurso, o quizás los elfos, pero la relacionas con lo poco que sabes de ese compuesto cannábico llamado anandamida, hermana humana del THC. La palabra proviene del sánscrito y significa ‘felicidad suprema’ o ‘portadora de paz’. Un endocannabinoide –sustancias gemelas a las que contiene la maría y que fabrica el organismo– encargado de regular el placer, inhibir el dolor y que fue descubierto por el químico Raphael Mechoulan.

En su razonamiento, el sentido común es sanador y proporciona un privilegiado asiento en este encendido debate de la marihuana, un campo de un potencial terapéutico enorme en el que España, gracias a equipos como el suyo, se ha aupado en el podio de la investigación. Le gustaría marcar una frontera telúrica entre la Cristina ciudadana y la científica. No quiere que la mística de la planta la imbuya. Le gustaría que habláramos de estos compuestos como de una lechuga. Pero hay algo de ananda en ella; transmite una cascada de ideas a ignotos receptores del hipocampo. Hablar con Cristina es un cannabis platónico.

¿Cómo supisteis que la marihuana tiene este gran potencial en la lucha contra el cáncer?

Fue un poco por azar. Nosotros estábamos trabajando en el estudio del efecto de los cannabinoides de la marihuana sobre el metabolismo energético de las células. Decidimos facilitarnos el trabajo y utilizar un modelo celular fácil y económico, como células tumorales, porque crecen sin control. Y al empezar a hacer los ensayos estas células se morían. Después de unos días de crisis intentando averiguar qué estábamos haciendo mal, nos dimos cuenta de que nos enfrentábamos a unos compuestos que mataban las células tumorales.

Descubristeis que el THC ordenaba un suicidio limpio…

Sí, se denomina apoptosis, muerte celular programada o muerte limpia. Es el equivalente a un suicidio: las células ‘deciden’ eliminarse por el bien del organismo…

¿Y todo gracias al THC? En organismos sanos hay apoptosis. Por ejemplo, cuando una célula tiene un error en su ADN es un peligro potencial: si se duplica va a generar una progenie con defectos y eso es muy peligroso. Lo que hace el THC es ‘encender’ el programa de suicidio

Por ahora solo tenéis evidencias preclínicas… Efectivamente. Estamos muy ilusionados, creemos que podrían funcionar en humanos porque han funcionado muy bien en modelos basados en cultivos celulares y modelos animales. Merece la pena que estos compuestos se desarrollen. ¿De qué tipos de cáncer estamos hablando? Las mayores evidencias que se han recogido son de modelos de glioblastoma, que es un tumor cerebral muy agresivo, y posiblemente en cáncer de mama. Sin embargo, en modelos de laboratorio cualquier tumor responde a los cannabinoides. Parece que las células tumorales tienen todas algo en común que las hace sensibles a este tipo de compuestos. Este descubrimiento puede cambiar el paradigma. La quimio es muy agresiva. Claro, la diferencia entre la quimioterapia y una terapia como esta es que la primera va destinada a cualquier célula que está en proliferación. En cambio con los cannabinoides la diana solo son las tumorales.

Lleváis más de un década estudiándolo y todavía no ha habido ensayo en humanos. ¿Tiene que ver con que se trate de una sustancia prohibida?

Eso complica las cosas. De hecho el principal hándicap cuando trasladamos nuestros resultados a la comunidad médica es el miedo, hasta cierto punto comprensible, que va asociado a los efectos psicotrópicos de la marihuana. Lo que proponemos es que podamos utilizar estas sustancias en combinación con los tratamientos estándar, y posiblemente mejorar así la terapia. Si además de eso estuviéramos potenciando algún efecto psicotrópico, yo no sé hasta qué punto eso sería malo. Si hablamos de pacientes que tienen alteraciones psiquiátricas yo no lo recomendaría. Pero para la inmensa mayoría no conllevaría efectos secundarios que yo pueda considerar negativos.

La marihuana es una droga muy consumida en la esfera lúdica.

Es una droga muy consumida y  muy segura. No estamos hablando de cocaína, de heroína, de tabaco ni de alcohol si me apuras, que son muchísimo peores que la marihuana. Hay que poner las cosas en contexto, a lo mejor una cierta euforia o un tipo de efecto no tiene por qué ser malo en un paciente que tiene un tumor terminal. Por otro lado, hablamos de cannabinoides y la gente piensa en THC, pero la marihuana fabrica otro montón de compuestos. Uno de ellos es el cannabidiol (CBD) que no produce ningún efecto psicotrópico y se ha demostrado que también tiene efecto antitumoral

Se ha descubierto que nuestro cuerpo genera unos compuestos análogos a los de la marihuana y que son muy valiosos.

Los organismos humanos y muchos animales tienen la capacidad de fabricar unos compuestos muy parecidos, que funcionan de la misma manera y solo se encuentran en la marihuana. Los endocannabinoides son los cannabinoides que fabrica el organismo.

¿Eso quiere decir que nuestro cuerpo fabrica sustancias ilícitas?

Para el organismo evidentemente no son sustancias prohibidas, sino útiles. Hoy sabemos que los endocannabinoides participan en el control de un montón de funciones cruciales.

¿Es un sistema de defensa?

Yo recogería una idea de la que habla mucho Raphael Mechoulam, que fue el primero en describir el THC. Lo que él propone es que el sistema endocannabinoide es algo parecido al sistema inmunológico en los organismos, pero en este caso protege de otro tipo de ‘insultos’, si me permites la palabra. Lo que sabemos es que el sistema endocannabinoide participa en la regulación fina de un montón de procesos biológicos. Sin ellos estaríamos desnudos… Estaríamos peor protegidos frente a estímulos tóxicos, por ejemplo, en el sistema nervioso central; y no seríamos capaces de regular finamente el movimiento. Participa en la reparación de huesos, en el dolor, etc. Es un sistema que trabaja muy discretamente en casi todas las funciones biológicas que te puedas imaginar… Las funciones que se alteran cuando se consumen cannabinoides de la planta son, por ejemplo, el apetito o la memoria

¿No resulta irónico que una sustancia gemela a la que fabrica la marihuana se encargue de proteger la memoria y el aprendizaje?

Tiene todo el sentido. El sistema endocannabinoide participa en la coordinación motora; si yo me fumo un porro estoy metiéndole al sistema mucho más cannabinoide del que necesita. Si consumo cannabinoides exogenamente estoy alterando el equilibrio. De hecho, las funciones que se ven alteradas cuando yo consumo cannabinoides de la planta son aquellas en las que está implicado el sistema endógeno como, por ejemplo, el apetito o la memoria.

¿Quiere decir que en el futuro podremos diseñar fármacos o incluso plantas que en vez de hacernos perder memoria nos ayuden a reforzarla?

Sería complicado. No veo muy bien cómo. Pero una cosa que te hace ver bien cómo tú puedes alterarlo desde fuera es un medicamento que estuvo en el mercado durante unos años para combatir la obesidad. Una empresa francesa creó una molécula que lo que hacía era inhibir los receptores de cannabinoides para eliminar la sensación de apetito. Los pacientes, efectivamente, perdían peso. Pero el sistema endocannabinoide está también implicado en regular el estado de ánimo

¿Qué les pasaba a los pacientes que lo consumían?

Tenían depresiones que los llevaban al suicidio.

¿Sería descabellado plantear que los consumidores regulares de marihuana podrían estar más protegidos?

No hay estudios. Como hipótesis no está mal. Pero no tenemos una respuesta a esa pregunta porque nadie ha hecho un estudio riguroso.

¿Quieres decir que la hipótesis no es tan descabellada?

La hipótesis no es descabellada, pero es como cuando me preguntan si esto quiere decir que el cannabis cura el cáncer. Pues no lo sé. Desde luego mis datos no te permiten afirmar eso. No tengo la respuesta a esa pregunta porque yo no he probado el cannabis en pacientes. Nadie lo ha probado de una manera controlada.

¿Y nadie ha estudiado si la incidencia del cáncer es menor en consumidores de maría?

Lo que pasa es que es muy difícil hacer un seguimiento de una población que se pueda definir como consumidores de marihuana, porque seguramente estarán además fumando tabaco, consumiendo alcohol… es complicado aislarlos. Hasta donde yo sé, no hay ningún estudio epidemiológico serio en el que se haya podido ver esto. Los cannabinoides podrían ser antitumorales también en humanos

En caso de que sí protegieran, ¿qué sentido tendría?

Nosotros hemos visto que los cannabinoides son antitumorales en los modelos que hemos utilizado, y podrían serlo en humanos también. Entonces, si uno tiene su sistema endocannabinoide funcionando normalmente, más un extra del exterior, posiblemente las células tumorales no puedan proliferar. Pero esto es solo una hipótesis. Alguien puede construir otra teoría basada en que el exceso de una determinada cosa puede producir el efecto contrario. Conocemos las propiedades terapéuticas de la marihuana desde hace milenios, pero, en cambio, fue prohibida. Sí, la planta se conoce desde hace milenios y se ha utilizado con fines medicinales durante todo este tiempo. El problema surgió en los años cincuenta, cuando, no sé muy bien por qué motivos (desde luego, no médicos), la planta empezó a formar parte de listas en las que estaban incluidas sustancias que no tenían ningún beneficio terapéutico y un gran potencial adictivo, lo cual no es cierto en el caso de la marihuana. Desde el momento en que la planta pasa a esas listas, se deja de investigar con ella, se deja de utilizar en las farmacias y desaparece del ámbito médico. Da la sensación de que hemos sido injustos con esta planta. Ha habido mucha más política de la que hubiera tenido que haber. En ese sentido, sí, la planta ha estado muy injustamente tratada.

¿Es la prohibición una cuestión moral?

Creo que tiene tintes. No es todo moral, pero sí que hay una parte que es intoxicación por ese tipo de pensamientos. El consumo medicinal, por supuesto, está contaminado por toda la parte de consumo lúdico y el consumo lúdico tiene mucha contaminación moral. Hay quienes pensamos que una planta, o el consumo de una sustancia que te hace sentir mejor, no tiene por qué estar criminalizado. Si se compara con el tabaco o el alcohol, nadie puede defender que estos estén legalizados y la marihuana no” Existen sustancias legales muy perjudiciales. Si la comparas objetivamente con el tabaco o el alcohol, no hay nadie que pueda defender que estos últimos estén legalizados y la marihuana no. Pero está la cuestión psiquiátrica, los casos en los que ha despertado crisis psicóticas. El efecto del alcohol sobre la población en general, no te estoy hablando de personas especialmente sensibles, es infinitamente peor que el efecto de los cannabinoides. Pero es verdad que existe una población que es muy sensible y que debería abstenerse de consumirlos. Se puede utilizar también la educación. Evidentemente. Y desde el luego el mensaje de que esto te va producir un brote psicótico y mañana vas a estar consumiendo heroína consigue el efecto contrario. Yo a mi hijo jamás le voy a decir que un porro le va a provocar un brote psicótico. Le contaré que si tiene predisposición a sufrir alteraciones psiquiátricas es posible que le pase eso, y le contaré que si tiene 15 años no debería consumir cannabis porque su sistema nervioso está en desarrollo.

¿Entonces se empieza por el porro y se acaba curando el cáncer? [Ríe]

Lo que pasa es que se está conociendo más la realidad de la planta, la investigación científica ha avanzado muchísimo y ahora tenemos muy claro que tiene un potencial terapéutico enorme. El uso lúdico tendrá que estar regulado o no, pero su potencial terapéutico es innegable. A medida que esto ha ido saliendo a la luz, la gente (y aquí también incluyo a las autoridades) se está empezando a cuestionar si de verdad hablamos de una planta completamente inútil. También circula mucha confusión interesada en la Red. A mí no me parece bien que esté prohibida. Pero en ningún momento he dicho ni diré, hasta que esté probado en humanos, que el cannabis cura el cáncer. De hecho, a nosotros nos da mucha rabia que se nos utilice como argumento para apoyar cosas que nosotros podemos defender en privado… pero lo que yo hago cuando paso la puerta de mi laboratorio no tiene nada que ver con eso. A veces los investigadores que trabajan con estas sustancias acaban alcanzados por la mística de las mismas. Estamos en una facultad y, cuando nuestros alumnos se enteran de a qué nos dedicamos, todos se imaginan que tenemos plantas en el laboratorio. Y cuando vienen a hacernos entrevistas, la gente quiere hacer fotos de las plantas que no tenemos y asumen que cuando salimos de aquí fumamos porros indiscriminadamente. Lo que nosotros vendemos a la comunidad científica es un trabajo muy serio, muy riguroso, que ha pasado por controles superestrictos. No tendríamos que remarcarlo si habláramos del tomillo. Si yo trabajara con lechugas, tú ahora mismo no estarías entrevistándome. Es un arma de doble filo. Los pacientes españoles aún tienen que recurrir al mercado negro para el uso paliativo en enfermedades como cáncer o fibromialgia… Sí, esta situación es la misma en todas partes. De hecho, en España no estamos tan mal. Canadá es un ejemplo de cómo se deberían regular estas cosas. Uruguay ha dado un paso enorme en el último año hacia un uso medicinal controlado de la planta… Canadá es un ejemplo de cómo se deberían regular estas cosas” … y también han legalizado el uso lúdico. A ellos no les gusta el término legalización, prefieren que se hable de regularización. El que quiera consumir marihuana puede hacerlo a través de empresas que te van a dar una marihuana que está controlada en calidad y en composición. Eso evita un mercado negro, que está haciendo muchísimo daño.

¿Por qué esta voluntad de controlar los psicotrópicos?

En general, hay muchas ganas de controlar. Y punto. Esto lo digo como ciudadana. Algo que puede hacer que la gente no tenga miedo, que esté a gusto, que sea feliz… pues es una cosa que puede resultar incómoda. Creen que somos mejor como población si tenemos miedo, si estamos controlados y no rechistamos. ¿Has fumado alguna vez algún porro? Sí. Pero eso no tiene nada que ver con mi actividad profesional.

BIOLOGA

Cannabis y el trastorno de estrés postraumático

El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una afección psiquiátrica grave que puede impedir a las personas que lo sufren disfrutar de un estilo de vida normal. Como su propio nombre indica, esta afección es directamente resultante de la experimentación de un trauma reciente, y entre sus síntomas se incluyen reexperimentaciones del suceso traumático, el intento de evitar situaciones asociadas que provoquen dichas reexperimentaciones, ansiedad, depresión, ira e hipervigilancia.

Presencia global del TEPT

Cannabis and Post-Traumatic Stress Disorder - 1 - PTSD is often associated with the trauma of combat, but may be a result of any traumatic event

Hasta el 8,2% de los estadounidenses y el 9,2 de los canadienses sufren TEPT, y se calcula que su presencia a nivel mundial varía ampliamente, del 1,3% al 37,4%[1]. Muchas de las personas afectadas de TEPT indican que sus síntomas se alivian significativamente al consumir cannabis, y recientemente se han hecho públicas varias noticias sorprendentes sobre veteranos estadounidenses y otras personas afectadas a las que se les han impuesto duras penas de prisión como resultado de este consumo. Es obvio que es necesario seguir trabajando para garantizar que estos individuos puedan recibir la medicación que necesitan.

No todas las personas que experimentan un suceso traumático acaban presentando un TEPT. Un estudio señaló que el 17%[2] de los veteranos de la guerra de Irak sufre al volver TEPT, trastornos de ansiedad generalizados o depresión, otro que alrededor del 25%[3] de los niños expuestos a acontecimientos traumáticos acaba padeciendo TEPT. Otro estudio concluyó que los gemelos monocigóticos (idénticos)[4] tienen un riesgo mayor de padecer TEPT después de un trauma por conflicto bélico si su gemelo también sufre esta enfermedad, lo cual apunta a una predisposición genética.

El trastorno de estrés postraumático y la dependencia de sustancias

Las personas que sufren estrés postraumático, igual que las que sufren muchas otras afecciones psiquiátricas, tienen más probabilidades[5] de volverse dependientes de sustancias como el alcohol, el cannabis y la cocaína. Por ese motivo, todavía está por ver si el cannabis puede ser realmente considerado un tratamiento del TEPT, ya que los individuos afectados podrían buscar consuelo en ese tipo sustancias independientemente de si son o no una medicación verdaderamente eficaz.

Aunque se ha investigado bastante sobre el consumo de sustancias entre las personas que sufren TEPT, los estudios relacionados con la eficacia del cannabis como tratamiento son relativamente escasos. Hasta hace poco, la opinión general de la comunidad médica era que el TEPT era uno de los factores que contribuía a las afecciones por consumo de cannabis[6] , y los estudios sobre los mecanismos cerebrales que hacen que se presenten dichas afecciones no eran muy numerosos.

El papel del sistema endocannabinoide en el trastorno de estrés postraumático

En años recientes se ha empezado a conocer mejor la complejidad del sistema endocannabinoide, y los investigadores han centrado su atención en el papel que éste podría tener en la regulación de los síntomas del trastorno de estrés postraumático y otras afecciones similares. Un artículo[7] publicado en 2012 indicó que los individuos tolerantes al estrés expuestos a un estrés agudo en forma de experimento de vuelo parabólico experimentaban un incremento significativo en su concentración de endocannabinoides (EC) en el plasma, mientras que los individuos no tolerantes al estrés no experimentaban aumento alguno.

Sin embargo, esos individuos estaban sanos y no padecían ningún trastorno de estrés crónico. Las personas con TEPT (y otros tipos de estrés crónico), por otro lado, mostraban una concentración elevada constante de EC en comparación con las personas no afectadas por este trastorno, incluso en situaciones habituales no estresantes.  Esto confirma que el sistema endocannabinoide influye en la respuesta ante el estrés, pero el mecanismo exacto todavía no está claro.

El fenotipo genético de los receptores CB podría aumentar la predisposición al TEPT

Cannabis and Post-Traumatic Stress Disorder - 2 - Areas of the brain affected by PTSD

También se apuntó que los pacientes que habían sido sometidos a una intervención cardiaca experimentaban síntomas más intensos de TEPT después de la operación si presentaban un poliformismo de nucleótido simple (una variación que afecta solo a una de las bases nucleótidas, A, C, T o G) del gen receptor CB2.

Un artículo[8] publicado este año describió el papel del receptor CB1 en la vivencia y el recuerdo de sucesos estresantes: la señalización normal de endocannabinoides a través del receptor ayuda a la desaparición del miedo, y los problemas en dicha señalización están asociados con la imposibilidad de erradicar recuerdos traumáticos, así como con la ansiedad y la depresión crónicas (en sujetos animales).

El artículo también indicó que los medicamentos existentes para el TEPT empezaron a utilizarse “de forma oportunista” cuando se descubrieron sus beneficios pero que habían sido diseñados originariamente para otras enfermedades. A menudo dichos medicamentos tienen una eficacia limitada y podrían provocar efectos secundarios graves.

El THC y la nabilona como posibles opciones de tratamiento

Cannabis and Post-Traumatic Stress Disorder - 3 - The synthetic THC analogue nabilone has been demonstrated to be effective against PTSD-related nightmares

El autor concluyó que, mientras que el tetrahidrocannabinol (THC) podría provocar un cese temporal de los síntomas, su uso a largo plazo conllevaría problemas en la señalización del receptor CB1, lo cual supondría un aumento de la gravedad del trastorno de ansiedad, de la irritabilidad y de las alteraciones de sueño en las personas que sufren TEPT.

Un estudio[9] de 2009 investigó la eficacia de la nabilona, una forma sintética de THC, como un tratamiento complementario para el TEPT. Una terapia complementaria es la que se prescribe además de la medicación principal, en este caso antidepresivos e hipnóticos. Este estudio indicó que el 72% de los pacientes experimentaban una desaparición o reducción de las pesadillas, un aumento de las horas de sueño y una mejora de la calidad de éste, y una disminución de las reexperimentaciones del suceso traumático durante el día.

Aunque los resultados de este estudio son prometedores, el pequeño tamaño de muestra, únicamente 47 individuos, supone que debe seguirse investigando para determinar la eficacia de la nabilona. Como el interés por el uso de los cannabinoides como tratamiento para el trastorno de estrés postraumático está aumentando tan rápidamente, es probable que conozcamos los resultados de nuevas investigaciones en un futuro próximo.

Además, a pesar de las constantes controversias, el Medical Cannabis Advisory Board[10] o Consejo Consultivo sobre el Cannabis Medicinal recomendó recientemente mantener el TEPT en la lista de afecciones para las que podrían extenderse recetas en un futuro.