Los cultivadores utilizan una serie de técnicas para manipular o modificar los patrones de crecimiento del cannabis, y producir plantas más fuertes, más espesas, y con más cogollos que proporcionan una producción final mayor. Estas técnicas son relativamente fáciles de dominar, y las pueden utilizar con éxito los cultivadores principiantes, aunque no se debe abusar.
Topping y “FIM”
La técnica del “topping”, o poda apical, simplemente se refiere al acto de cortar la punta del tallo o brote principal, también llamado ápice o yema terminal. De esta manera, se consigue que la planta redirija la energía extra a los siguientes dos brotes. El topping se realiza en el tallo central principal al principio, haciendo que los dos tallos secundarios aumenten de tamaño en compensación. Una vez que estos dos tallos han crecido fuertes y sanos, se les puede cortar la punta de nuevo para producir cuatro tallos principales, y se puede volver a cortar para conseguir ¡ocho tallos principales! Según se muestra en la foto, debe dejarse una pequeña sección del tallo durante el topping, porque si se elimina el 100% del tallo, se puede dañar a los siguientes dos brotes.
“FIM”, también conocida como “Joder, he fallado”, es otra técnica de poda que, al parecer, fue descubierta por un jardinero que intentaba cortar la punta de crecimiento (el ápice) de sus plantas de la forma habitual, pero que falló ligeramente al usar la técnica, al no cortarlo completamente y dejarse una sección del tallo un poco más larga. Si se realiza correctamente, los dos brotes secundarios deben crecer de forma normal, además de otros 2-4 brotes adicionales que crecen directamente desde la sección del tallo que no se cortó.
Ambas técnicas de poda selectiva permiten controlar la altura de la planta, y conseguir que la planta sea más fuerte y sus cogollos más grandes, al fomentar un crecimiento más vigoroso de los tallos inferiores para reemplazar al tallo central que falta. Se recomiendan utilizar las técnicas topping o FIM un máximo de tres veces cuando se cultiva en interior, ya que la planta necesita algún tiempo para recuperarse del estrés.
Supercropping (o high-stress training)
Supercropping (también conocido como high-stress training o HST, en inglés) es, en esencia, una técnica similar a las descritas anteriormente. La idea es desviar la energía del tallo central principal hacia los tallos secundarios, con el objetivo de aumentar el número de cogollos y de colas principales.
Sin embargo, en lugar de eliminar parte del tallo central, la técnica consiste en pellizcar el tallo principal entre las yemas de dos dedos y doblarlo hasta que la parte interior del tallo se rompe, pero si se realiza correctamente, el tallo exterior y “la corteza” permanecen intactos. Entonces, el tallo no podrá mantenerse erguido y se caerá, ligeramente, hacia abajo.
Aunque esta técnica le sigue produciendo a la planta un estrés considerable, no es tan grave como el causado por la poda topping o FIM. Las plantas deberían recuperarse rápidamente, y no se pierde ni tejido del tallo ni posibles sitios de cogollos, sino que se sigue “engañando” a la planta para que piense que ha perdido su tallo principal (ya que los tejidos de transporte de nutrientes han sufrido daños), por lo que va a redirigir su energía y las hormonas de crecimiento con el fin de maximizar el crecimiento de las ramas inferiores.
Además, el propio tallo principal se recuperará, y volverá a crecer más fuerte, ya que el sitio de la rotura original formará una sección hinchada alrededor del tejido dañado con el fin de proteger y reparar el tallo principal. En definitiva, este tejido extra permitirá que los nutrientes se transporten a un ritmo más rápido. Normalmente, esta sección nunca recuperará su posición vertical completamente, sino que permanecerá horizontal. Esto expondrá la longitud del tallo a la luz, y facilitará que las pequeñas ramas secundarias entre la rotura y la punta crezcan con fuerza hacia arriba.
Low stress training
(LST) se refiere a las técnicas de manipulación de bajo estrés para la planta, que no son invasivas y no producen los niveles de estrés se ven con el topping y supercropping. El objetivo principal de la técnica low stress training es maximizar la exposición a la luz de la planta tanto como sea posible, y se consigue mediante el uso de alambres, cuerdas, yo-yos (en este caso una especie de cuerda elástica retráctil en un rodillo), o algún otro dispositivo que fije los tallos en posición sin realizar cortes ni dañarlos.
La técnica LST suele implicar forzar al tallo principal para que crezca en sentido horizontal en lugar de vertical. Hay que tirar del tallo principal hacia abajo y fijarlo en su posición, de forma que siga creciendo cerca del suelo. Como resultado, las ramas más bajas se ven expuestas, de repente, a un aumento espectacular de luz, lo que consigue que crezcan con fuerza en su dirección. Con el tiempo, debería haber varios tallos fuertes creciendo hacia la luz. El tallo principal original también intentará reanudar el crecimiento vertical, lo que se puede evitar por completo, o puede permitirse si se considera que las ramas inferiores se han desarrollado lo suficiente.
Algunos cultivadores utilizan LST en combinación con topping o FIM. Al principio, se le puede cortar la punta a la planta para producir más tallos “principales” desde las ramas más bajas, y una vez cumplida esta etapa, se puede tirar de las ramas principales hacia afuera y hacia abajo para fijarlas en su posición. Esto aumenta la “propagación” de la planta considerablemente, pero también permite que un mayor número de ramas inferiores tengan acceso a la luz, y crezcan con más fuerza en respuesta al aumento de la intensidad de la luz.
Quitar las ramas inferiores (y “lollipopping”)
Mientras que las técnicas anteriores se realizan, normalmente, durante el período vegetativo, el último tipo de técnicas de manipulación de las que vamos a hablar en este artículo suele realizarse hacia la mitad o finales del periodo de floración. La técnica consiste en quitar la mayoría de las hojas y tallos del tercio inferior de la planta, ya que a medida que aumenta la distancia de la fuente de luz, la intensidad de la luz disponible disminuye proporcionalmente. Por lo tanto, por debajo de cierto punto, la planta está dirigiendo su energía hacia el crecimiento de cogollos y hojas que tendrán un tamaño insignificante debido a la falta de intensidad de la luz.
Quitar las ramas y las hojas inferiores en un punto, aproximadamente ,hacia la mitad del período de floración hará que la planta canalice su energía hacia los sitios de cogollos superiores, lo que aumentará el tamaño y el peso de estos. Si las ramas inferiores se retiran demasiado pronto, puede que a la planta simplemente le salgan más tallos y hojas. Si se retiran demasiado tarde, se habrá desperdiciado energía en cogollos insignificantes, y cuando esta energía se desvíe, finalmente, hacia los brotes superiores ya no habrá tiempo suficiente para que afecte, notablemente, a la producción.
Esta técnica puede llevarse al extremo y utilizarse para producir plantas con una sola cola central y ninguna ramificación lateral en absoluto, es decir, lo que buscan algunos cultivadores, la formación de colas centrales, enormes y gruesas. Esta técnica de manipulación extrema se conoce como “lollipopping”, y por lo general se realiza dos semanas después de que comience la floración, justo un poco antes de quitar las ramas inferiores.
Sin embargo, la mayoría de los cultivadores utilizan varias de las otras técnicas antes de retirar las ramas inferiores. Si se realiza correctamente, el resultado será que los múltiples brotes de la punta producirán cogollos uniformes de gran tamaño, mientras que el tercio inferior queda desprovisto de las ramas y hojas pequeñas que no sirven para nada.