Cultiva y Fuma

Olvidate de salir a la calle a buscarte algo que fumar. No te busques problemas con la ley ni con los camellos. Se libre de decidir lo que fumas. Se natural, se sano y sobre todo cultivatelo. No quiero hacer apologia sobre las drogas, pero si ya eres consumidor pasa de alimentar a los narcos y de fumar “mierda”.

Es facil, es etretenido, tomatelo como un hobby. Seguro que cerca de donde vives hay un grow shop donde poder comprar semillas y te asesoren, busca que colocon quieres y veras que con una pequeña inversion en 2 meses si compras autoflorecientes y 4 o un poco mas si compras de las normales podras tener una hierba pura, de calidad y en tu casa sin tener que jugarte el cogote.

En internet hay un monton de información, nosotros mismos estamos creando un manual, hay foros, casi todos los bancos tienen web con sus semillas. Si fumas, cultiva.

Eso si, siempre recordar, que por desgracia, por hipocresía… Sigue siendo ilegal.

 

Fuente: Agroweed

Cine Para Fumeras: American Pie y Perdona Si Te Llamo Amor

Este fin de semana ha sido muy cinematográfico, eso si, sin salir de casas que la cosa no esta para gastar dinero innecesario. En casita con la familia y fumándome los porros sin tener que esconderme ni disimular.

Pues hoy me va a tocar hablar de dos peliculas que vimos: la ultima de American Pie y el sábado vimos Perdona si te llamo amor.

American Pie: El Reencuentro

Poco de contar de esta película de humor que todos conocemos su saga, después de la tercera entrega la verdad que todo fueron bodrios casi indigeribles ni fumados por la mejor de las sativas que hayáis visto, sobre todo al cambiar al reparto de actores que yo creo que hacían la saga tan buena y conocida. Por suerte en esta ultima entrega vuelven los actores originales, ya con sus vidas encausadas (unos mas que otros) vuelven por las vacaciones a reencontrarse en su ciudad de origen donde vuelven a meterse en desternillantes situaciones. Mi consejo… no fumarse una indica como me paso a mi que hubieron mas de una parte de la película que me perdí por las grandes cabezadas que di, aunque cuando me pillo despierto no deje de reírme.

 

Perdona si te llamo amor

Esta fue una película que eligio mi mujer que daba un canal del Imagenio. Al principio estaba muy reticente a verla. Pensaba que iba a ser un coñazo romanticón y con el canuto de indica que me habia hechado no iba a durar ni un minuto viendo la pelicula. La realidad fue que me la comi completita intentando no perderme ni un segundo de la película e incluso llegando a soltar algunas lagrimillas. Lo reconozco: con la hierba me vuelvo más sensiblero aun de lo que soy.

Al ser padre y de una niña me llego más fuerte la historia, ya que es una historia de amor entre un hombre de 37 años y una adolescente de 17 años. Mi primera impresión como padre fue: “LO REVIENTO”, pero según discurrió la película te das cuenta que al final lo que realmente importa es que tu hija sea feliz y elija ella la vida con la que va a ser feliz. Nosotros tendremos que educarla para que haga lo que haga sepa que lo mas importante en este mundo es ser feliz y sobre todo buena persona.

Además la madre en mis momentos de “Lo Reviento” me recordó que cuando yo conocí a mi mujer ella tenia 17 y yo ya estaba entrado en los 24 años. Les recomiendo mucho esta película, incluso más que la de American Pie.

La revolución de la temporada: Cream Caramel Auto

 

Una semilla de autofloración de 3a generación del banco Sweet Seeds. Es el resultado del desarrollo de una fusión entre la Cream Caramel Auto con una alta producción y pronunciados aromas acidodulzones del tipo “mandarin”.

Esta curiosa y exquisita variedad de Cream Caramel Auto ha estado hibridada con un clon elitista de la cariedad Ice Cool para fortalecer los aromas “mandarin”. Al final de la floración la mayoría de plantas adquieren unos tonos morados y lilosos.

Esta nueva variedad del banco Sweet Seeds de este año está creando furor entre los primeros cultivadores del año.  Destacan su fácil cultivo, su rapidez en la floración y la más que aceptable producción. Sin duda una de las novedades que mejor han salido.
Ficha técnica: 

100% Autofloración
Producción interior: 400-550 gr/m2
Producción exterior: 45-170 gr/planta
Cosecha interior/exterior: 9 semanas desde germinación
Altura: 50-110cm

 

En semillalandia ofrecemos un pack con 3 semillas de Cream Caramel Auto con un descuento del 20%, sólo 16€, para que tengáis la oportunidad de probar las nuevas generaciones!

 

 

¿Por qué no lo había pensado antes?

Es la última e ingeniosa forma de cultivo de marihuana descubierta por los Mossos d’Esquadra, la policía autonómica catalana. Ocultas entre el maíz, en pequeños cuadrados de terreno invisibles desde tierra, las plantas han crecido durante el verano camufladas entre los verdes tallos del maíz. Ha sido ahora, cuando el otoño ha oscurecido el cereal, cuando la marihuana ha podido ser detectada desde el aire por los agentes rurales de la Generalitat en uno de sus vuelos en helicóptero sobre la zona.

Los Mossos han intervenido en total más de 200 plantas de marihuana en el último mes en tres comarcas de Lleida: Segrià, Pla d’Urgell y Les Garrigues. La policía autonómica, que de momento ha imputado a una persona, afirma que los propietarios de las explotaciones desconocían su existencia.

En esta época, el maíz ya está seco y ha adquirido un color amarillento, que contrasta con el verde intenso de las plantas de marihuana, lo que ha permitido divisarlas con facilidad desde el aire. El ciclo vegetativo es similar al del maíz, por lo que ambas plantas crecen de forma paralela, con la ventaja de que los propietarios de la marihuana no tienen que preocuparse de regar y abonar las plantas. Sin embargo, se arriesgaban a perder las plantaciones si entraban las cosechadoras para recolectar el maíz, lo que les obligaba a realizar guardias constantes.

Los agentes rurales tuvieron conocimiento de esta práctica hace unas semanas cuando un agricultor denunció que se había encontrado con unos desconocidos en su finca trasladando varias plantas de marihuana a un vehículo y que al reprocharles esa acción le amenazaron de muerte si les denunciaba. Los Mossos d’Esquadra trabajan con la hipótesis de que detrás de estas plantaciones de marihuana hay un grupo organizado dedicado al tráfico de esta droga, ya que las plantaciones siguen una misma estructura y difícilmente la cantidad intervenida puede ser para el autoconsumo.

La policía divisó des de el aire las plantas ya que habían varias de ellas plantadas justo en el mismo sitio con lo cual el color verde despuntaba desde el helicóptero.  Su sorpresa fue en el momento de requisar dichas plantas pues toparon con varias más en su camino entre las mazorca de maíz. Esas eran más pequeñas y plantadas de manera aislada las unas de las otras pudiendo así camuflarse entre el maíz desde cualquier perspectiva no muy cercana.

La policía no descarta realizar más intervenciones la próxima semana. La operación desarrollada ayer forma parte del operativo especial de vigilancia en el mundo rural acordado por los Departamentos de Interior y Agricultura para reprimir la delincuencia en ese ámbito.

La marihuana: el relato de un sabio

Antonio Escohotado Espinosa (Madrid) (71 años) es un destacado ensayista y profesor universitario cuyos trabajos se han dirigido principalmente a los campos del derecho, la filosofía y la sociología, y que ha obtenido notoriedad pública debido a sus investigaciones acerca de las drogas. Está entre los 70 pensadores recogidos en el diccionario de pensadores del siglo XX.

 

El siguiente texto proviene de su magistral libro “Historia general de las drogas”.  La obra, traducida a más de 7 idiomas, contempla un recorrido multidisciplinar sobre la ebriedad, abordando aspectos históricos, culturales, mitológicos, antropológicos, sociológicos, políticos, químicos y médicos.  El objetivo es analizar el uso de las drogas a lo largo de la historia. Este fragmento trata sobre la droga más común y usual de todos los tiempos: el cannabis:

 

 

A pesar de grupos como el famoso Club des Haschischiens parisino, y otros conventículos parecidos, en Occidente el consumo extra-farmacéutico fue muy poco habitual hasta estallar la contestación psiquedélica, a mediados de los años sesenta. A partir de entonces se extiende rápida y masivamente entre la juventud americana y europea. Una década más tarde los principales productores de marihuana son México, Colombia y algunas zonas del Caribe, especialmente Panamà y Jamaica, con pequeñas aportaciones de Tailandia y Laos. A partir de los años ochenta el primer productor mundial es Norteamérica, que mediante técnicas avanzadas de cultivo (en campo abierto y en interiores) ha llegado a desarrollar las mejores variedades del mundo; fuentes oficiales calculan que en 1988 la cosecha norteamericana de marihuana valió unos 33.000.000.000 de dólares, con beneficios muy superiores a los de toda la cosecha cerealera junta, entre otros motivos porque el fisco sólo pudo capturar un 16 por 100 de la misma. Y aunque en algunos estados la legislación resulta dura aún, en otros muchos la posesión -y hasta el cultivo en extensiones moderadas- ha dejado de perseguirse, por lo menos a nivel práctico. Los sondeos sugieren que puede haber allí unos quince millones de usuarios asiduos, y bastantes más de usuarios ocasionales o muy ocasionales.

Por lo que respecta al haschisch, los grandes productores clásicos son países asiáticos (Afganistán, Pakistán, Nepal, el antiguo Tíbet) y países pertenecientes al Mediterráneo musulmán (Turquía, Egipto, Líbano y Marruecos). De ellos sólo Afganistán, Pakistán y Marruecos siguen produciendo cientos o miles de toneladas anuales. Como las excelentes variedades asiáticas rara vez llegan a Europa -se desvían a Australia o Estados Unidos casi siempre-, Marruecos es hoy el gigante mundial que abastece a toda Europa. Resulta aventurado calcular cuántos europeos consumen regularmente haschisch, aunque no deben bajar de los diez millones, con al menos otros tantos usuarios ocasionales; esa formidable demanda supera la capacidad productora marroquí, y -unida a su posición de monopolio práctico- explica una creciente degradación en la calidad del producto exportado.

 

 

Marihuana

El cáñamo es un arbusto anual, que alcanza hasta los tres metros de altura. Puede crecer silvestre, aunque necesita agua abundante durante la estación seca, y sólo rinde bien con tierras abonadas o de gran riqueza natural. En el hemisferio norte se planta hacia finales del invierno, y no alcanza su madurez hasta principios de otoño.

Los machos, difíciles de distinguir de las hembras antes de producirse la floración, tienen cantidades mínimas de principio psicoactivo -el tetrahidrocannabinol o THC-, y suelen arrancarse antes de expulsar el polen, para que las hembras produzcan la variedad más potente y de uso más cómodo, conocida como «sin semillas». En efecto, los cañamones no son psicoactivos salvo para pájaros (que los devoran con placer, y sin duda alguna se «colocan», como han probado diversos experimentos muy concienzudos). Las hojas de las hembras, que tienen bajas proporciones de THC, son lo que en Marruecos se denomina grifa, y una mezcla picada de hojas y flores, con algo de tabaco local, es el llamado kif. Sin embargo, la máxima concentración de THC se produce en las flores maduras sin germinar, cuando las cortas ramificaciones se las ramas han perdido todas las hojas y aparecen enfundadas totalmente por esas inflorescencias pilosas, cosa que rara vez acontece hasta octubre en nuestras latitudes, pues hacen falta algunas noches de fresco para consumar el ciclo.

Las plantas suelen arrancarse y secarse colgadas cabeza abajo, en lugares oscuros y ventilados, durante siete o diez días. A partir de entonces están listas para ser fumadas; la absorción por esa vía oscila del 50 al 70 por 100 del principio activo. La absorción oral es irregular y muy inferior; para potenciarla se hornea una mezcla de la planta con otros ingredientes, haciendo tortas, pasteles o cosa análoga. Las tortas o pasteles tardan mucho más en hacer efecto, aunque este sea mucho más prolongado -y algo distinto- también.

 

 

Posología

La psicoactividad de unas marihuanas y otras exhibe diferencias espectaculares. Cuando llevaba ya dos décadas fumando prácticamente a diario algo de cáñamo, en 1986 me regalaron una marihuana de Sinaloa (México) de tal potencia que al cabo de pocos días (en un acto de clara cobardía) acabé tirando el resto. Habría debido prepararme para unas pocas chupadas de cigarrillo como para una experiencia de peyote o LSD. Una y otra vez eso me parecía absurdo, pero una y otra vez me cogían desprevenido grandes excursiones psíquicas. La cosa resultaba todavía más extraña teniendo en cuenta que durante ese mismo viaje a México probé marihuanas consideradas -con toda justicia- excelentes, sin rozar siquiera los umbrales que aquella otra trasponía usando cantidades mínimas. Con todo, no se trata sólo de potencia sino de tonalidad, pues entre el producto tailandés y el guineano, por ejemplo, hay vacíos que no se igualan bebiendo blancos del Rin y olorosos de Jerez, sake del Japón y pisco del Perú. Esto resulta incómodo de explicar considerando que el THC es una molécula invariable, y las plantas se limitan a ofrecer distintas concentraciones de lo mismo.

La toxicidad de la marihuana fumada es despreciable. No se conoce ningún caso de persona que haya padecido intoxicación letal o siquiera aguda por vía inhalatoria, dato que cobra especial valor considerando el enorme número de usuarios cotidianos. Lo mismo puede decirse de la vía digestiva, donde hacen falta cantidades descomunales (varias onzas) para inducir estados de sopor profundo, que desaparecen durmiendo simplemente. A mediados del siglo XIX se llegaron a inyectar hasta 57 gramos de extracto de líquido de cáñamo en la yugular de un perro que pesaba 12 kilos, buscando la dosis mortífera del fármaco; para sorpresa de los investigadores, el animal se recuperó tras estar inconsciente día y medio.

No obstante, conozco al menos tres casos de personas que reaccionaron a la combinación de marihuana y alcohol con lipotimia; al tener la cabeza a la altura del cuerpo se recobraron de inmediato, pero una de ellas podría haberse hecho daño al caer. No infrecuente en borracheras, la lipotimia es una brusca bajada de tensión, más explicable aún cuando la bebida se mezcla con cáñamo, porque esta droga aumenta el consumo de oxígeno en el cerebro, y el acohol es un vasodilatador. Falto de la presión mínima constituye una reacción automática, orientada a cambiar la posición erecta por otra sedente, donde acuda más sangre a la cabeza.

También conozco casos donde fumar indujo náuseas y vómitos al iniciarse los efectos psíquicos. Pero eran siempre hipocondrías o «somatizaciones», donde la anticipación de un posible descontrol mental producía esfuerzos por desembarazarse del agente químico, expulsándolo. Desde luego, vomitar resulta inútil a tal fin, porque el principio psicoactivo ha entrado a través del pulmón en la corriente sanguínea. Episodios de este tipo, caracterizados por anticipar una pérdida de límites, suelen superarse con simples explicaciones y una actitud amable de quienes acompañan al asustado; si no bastara con ello, cualquier sedante acabará con el pánico inconcreto.

Efectos secundarios mucho más habituales son sequedad de boca, buen apetito (especialmente orientado a alimentos dulces, que son oportunos por aumentar la glucosa disponible y mantener la oxigenación óptima), dilatación de los bronquios, leve somnolencia y moderada analgesia.

La duración de esta ebriedad es variable. Comienza a los pocos minutos de fumar, y alcanza su cenit como a la media hora, desvaneciéndose normalmente entre una y dos horas después. Sucesivas administraciones pueden mantenerla mucho más, aunque será cada vez menos clara y más parecida a un amodorramiento. Tras varias horas de fumar, lo normal es sentir sueño y dormir profundamente, rara vez con sueños. A mi juicio, esta falta de actividad onírica (no constante) proviene de que el cáñamo ha desarrollado ya antes al menos parte del potencial imaginativo.

 

 

Efectos subjectivos

Los efectos abarcan una gama muy amplia, e influye de modo capital en ellos el ambiente y la preparación del individuo. He visto personas llevadas a experiencias beatíficas, y otras empavorecidas hasta el extremo de jamás repetir. Como en casi todo lo demás de la vida, las primeras administraciones tienen una intensidad rara vez recobrable, y por eso mismo conviene cuidarlas más.

Cuando la marihuana es de calidad, son previsibles claros cambios en la esfera perceptiva. Se captan lados imprevistos en las imágenes percibidas, el oído -y especialmente la sensibilidad musical- aumentan, las sensaciones corporales son más intensas, el paladar y el tacto dejan de ser rutinarios. De puertas adentro, esta suspensión de las coordenadas cotidianas hace aflorar pensamientos y emociones postergados o poco accesibles. Con variantes potentes y sujetos bien preparados, cabe incluso que se produzca una experiencia de éxtasis en el sentido antes expuesto, con una fase inicial de «vuelo» o recorrido fugaz por diversos paisajes y otra de «pequeña muerte». Naturalemente, este tipo de trance resulta tan buscado por quienes sienten inclinaciones místicas como abominado por quienes pretenden simplemente pasar el rato, y por sujetos con una autoconciencia cruel. A nivel personal, diría que el cáñamo me ha proporcionado un par de experiencias comparables en intensidad a las mayores obtenidas con drogas visionarias.

Parece haber una polaridad básica, o quizá mejor una alternancia, en el efecto subjectivo. Por una parte están las risas estentóreas, la potenciación del lado jovial y cómico de las cosas, la efusión sentimental inmediata, el gusto por desembarazarse lúdicamente de inhibiciones culturales y personales. Por otra, hay un elemento de aprensión y oscura zozobra, una tendencia a ir al fondo -rara vez risueño- de la realidad, que nos ofrece de modo nítido todo cuanto pudimos o debimos hacer y no hemos hecho, la dimensión de incumplimineto inherente a nuestras vidas.

A mi entender, esta combinación de jovialidad y gravedad caracteriza a todos los fármacos visionarios o psiquedélicos, y es quizá el factor determinante de que no sean vehículos conformistas en general, sino sustancias orientadas hacia «vivencias de inspiración», usando palabras de W.Benjamin. Como la inspiración no es algo que pueda ser comparado, o siquiera retenido, sin constantes desvelos, tener presente su existencia conlleva a la vez entusiasmo y depresividad, alegría y melancolía. Las drogas no visionarias se emplean precisamente para esquivar uno de los lados, y allí encuentran su límite.

En cuanto al sexo, la marihuana goza de prestigios no enteramente infundados. Sin ser un afrodisíaco genital, potencia y matiza las sensaciones en todas las fases del contacto erótico. Mirar y tocar pueden convertirse en experiencias nuevas, como el propio orgasmo. Por otra parte, lo fácil quizá parece demasiado fácil, y lo difícil insuperable, induciendo desánimo; pero en una civilización obsesionada por puros rendimientos, como la nuestra actual, este desánimo presenta virtudes no despreciables, que devuelven formas de espontaneidad y finura muchas veces dejadas de lado. Desde luego, es incomparablemente más sutil para el erotismo que desinhibidores como el alcohol, o que puros estimulantes. Resumiendo sus rasgos a este nivel, diría que hace a las personas más exigentes de lo común y que, por eso mismo, verifica una criba a la hora de buscar compañía; como compensación, proporciona a veces experiencias cualitativamente distintas.